La Arqueología Industrial es la disciplina encargada del estudio, la investigación y la difusión del patrimonio industrial. Sus objetivos son el conocimiento e interpretación del pasado industrial y la preservación y posible restablecimiento y rehabilitación del bien con nuevos usos.
Su origen se encuentra en la segunda mitad del siglo XX cuando una Europa en ruinas, tras las destrucciones de la Segunda Guerra Mundial, luchaba por mantener su identidad. Desde la aparición del término de arqueología industrial, de la mano de Michael Rix y afianzado por Kenneth Hudson y Angus Buchanan, se han desarrollado diferentes definiciones:
- "Registro, preservación en casos seleccionados e interpretación de sitios y estructuras de las primeras actividades industriales, particularmente de los monumentos de la revolución industrial" (Michael Rix, Industrial Archaeology, 1967).
- "El descubrimiento, catalogación y estudio de los restos físicos del pasado industrial, para conocer a través de ellos aspectos significativos de las condiciones de trabajo, de los procesos técnicos y de los procesos productivos, con el propósito de un mejor conocimiento de nuestro pasado industrial" (Kenneth Hudson, Industrial Archaeology, 1976).
- El campo de estudio que abarca la búsqueda, la investigación, clasificación y, en ciertos casos, la preservación de los monumentos industriales; que busca además establecer la significación de estos monumentos en el contexto de la historia social y de la tecnología" (Angus Buchanan, Industrial Archaeology in Britain, 1977).
- "Como una arqueología de las sociedades que conocieron y conocer la revolución industrial y la industrialización capitalista" (Andrea Carandini, Arqueología y Cultura Material, 1984).
- "El estudio de un período comprendiendo los desenvolvimientos físicos del desarrollo social, económico y tecnológico de la etapa que se inicia con la industrialización" (Marilyn Palmer, Industrial Archaeology, 1990).
- "Una aproximación material y cultural de la historia y de la memoria de la industria que parte de los vestigios físicos, arquitectónicos y técnicos para desenvolver un papel cultural y social que favorece la difusión de las decisiones relativas a su protección y su valoración" (Louis Bergeron, Le patrimoine industriel, 1996).
Fuente: ÁLVAREZ ARECES, Miguel Ángel, Arqueología Industrial. El pasado por venir, Gijón, 2007.
A partir de estas definiciones, existen cuatro escuelas que toman como referencia una etapa histórica u otra: las escuelas inglesa y francesa consideran la industria desde la aparición del hombre hasta nuestros días, entendiendo el patrimonio industrial como una evolución inherente a la del ser humano, mientras que las escuelas italiana y española prefieren centrarse en el período de tiempo que va desde la Primera Revolución Industrial en adelante, aunque no desmerecen lo anterior.
Cabe decir que en el caso de la Ley del Principado de Asturias 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio Cultural, se tienen en cuenta las construcciones levantadas entre la Primera Revolución Industrial y antes de 1940 y los documentos que tengan cien años de antigüedad. De esta manera todo lo posterior a dichas fechas queda desprotegido: las fábricas que fueron ampliadas en los años de la expansión industrial (décadas sesenta y ochenta) y los archivos de empresa, algunos pertenecientes a fábricas en activo y que no pueden ser intervenidos. Del mismo modo, al considerarse el patrimonio industrial desde el siglo XIX, todo lo anterior no se incluye y, a mi modo de ver, la industria lítica prehistórica o la minería y la metalurgia romanas, entre otros casos, también deberían ser consideradas como patrimonio industrial, ya que la Revolución Industrial fue el cambio de la industria manual a la mecanizada como un proceso evolutivo de la técnica.
Estos son algunos de los casos que quedarían excluidos:
Punta de muesca en sílex (Cueva de la Lluera, Las Caldas) – Edad de Piedra. Imagen: Museo Arqueológico de Asturias.
Fíbula en omega (Castro de San Chuis, Allande) – Edad de Hierro. Imagen: Museo Arqueológico de Asturias.
Antiguas minas romanas de Boinás (Belmonte de Miranda) – siglo I d.C. Imagen: La Nueva España.
Jarra de cerámica vidriada (Oviedo) – Edad Media. Imagen: Museo Arqueológico de Asturias.
En la actualidad existen diversas asociaciones dedicadas a la arqueología y al patrimonio industrial cuyos objetivos son la sensibilización, reivindicación y difusión de ambos.
En el margen derecho de esta página tenéis los enlaces a algunas de ellas.
Aquí os dejo dos artículos sobre Arqueología Industrial:
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